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Entendiendo a los ataques de pánico

Los ataques de pánico pueden dificultar la realización de tareas cotidianas, como ir al trabajo o conducir, y en muchos casos, las personas que sufren ataques de pánico también pueden desarrollar fobias de los eventos o actividades que han rodeado sus ataques de pánico en el pasado. Estos ataques son aterradores, y están marcados por síntomas tanto físicos como emocionales. Afortunadamente, es posible obtener tratamiento para estos trastornos, y con el tratamiento adecuado, alguien que sufre de un trastorno de pánico debe ser capaz de vivir una vida normal, libre de ataques de pánico.

 

Cómo reconocer un ataque de pánico o ansiedad

Aunque ver a un médico puede ser útil si usted está tratando de diagnosticar un trastorno de pánico, es posible que desee buscar los síntomas por su cuenta primero. Para determinar si usted o un ser querido puede tener un trastorno de pánico, debe evaluar si está teniendo ataques de pánico. En la mayoría de los casos, los ataques de pánico están marcados por una aparición repentina de los siguientes síntomas:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Dolor de pecho
  • Incapacidad para recuperar el aliento
  • Mareo
  • Sensaciones de hormigueo
  • Intensos sentimientos de ansiedad

 

Los ataques de pánico pueden presentarse con una gran cantidad de síntomas de tipo cognitivo/emocionales, físicos y comportamentales.


Si está experimentando alguno de los síntomas de ataque de pánico enumerados anteriormente, puede estar teniendo un pánico o trastorno de ansiedad. Si esto le sucede a usted, usted no está solo, y puede obtener ayuda. Con el tratamiento adecuado, usted será capaz de obtener su trastorno de pánico bajo control para que pueda vivir su vida al máximo de nuevo.

 

Pasos para ayudar a alguien con un trastorno de pánico

Si un amigo o conocido está teniendo un ataque de pánico, puede sentirse muy asustado; sin embargo, usted puede ayudar a esa persona a través del ataque de pánico. Siga los siguientes consejos:

  • Mantenga la calma,
  • Si la persona normalmente toma la medicina de la ansiedad, ofrézcala.
  • Mueva a la persona a un lugar tranquilo.
  • Converse con la persona en oraciones cortas y sencillas.
  • Evite cualquier cosa agitada o sorprendente.
  • Guía a la persona a través de una tarea física sencilla, como el aumento de ambos brazos por encima.
  • Invitar a la persona a respirar lentamente con usted para disminuir la respiración.

Ver video: Como ayudar a alguien con un ataque de pánico?

 

Aprendiendo a lidiar con el trastorno de pánico

Las técnicas de relajación pueden ser una parte increíblemente importante de lidiar con los ataques de pánico; sin embargo, en muchos casos, las técnicas de relajación por sí solas no son suficientes. La mayoría de las personas necesitan tratamiento para hacer frente a este trastorno. Una vez que han sido tratados, debe ser capaz de llevar una vida normal. Con el tratamiento adecuado, los ataques de pánico pueden ser superados, y normalmente no conducen a otras complicaciones.

 

Cómo tratar los ataques de pánico

Los ataques de pánico pueden ser tratados de varias maneras, pero de acuerdo con la American Psychological Association, la forma más eficaz de tratar el trastorno de pánico es a través de la terapia cognitivo-conductual. A través de la terapia cognitivo-conductual, puede aprender a reconocer los eventos que pueden desencadenar sus ataques. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los disparadores no son realmente las cosas que alguien con trastorno de pánico realmente teme. En la mayoría de los casos, las personas con trastornos de pánico en realidad temen a los ataques de pánico en sí. Para ayudar con este tema, la terapia cognitiva guía al paciente a través de las sensaciones que comúnmente se experimentan durante un ataque de pánico. Al comprender estas sensaciones y aclimatarse a ellas, usted puede ser capaz de superarlas.

La medicación puede ser de gran utilidad ya que ayuda a disminuir los síntomas de ansiedad y la intensidad y frecuencia de los ataques de pánico. Se recomienda la combinación de tratamientos farmacológicos y psicológicos ya que la combinación de ambas genera mayores beneficios.