¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una reacción automática que nos prepara para enfrentarnos a una amenaza. En este sentido es una emoción y se parece a otras muchas emociones. Aspectos comunes de las emociones: angustia, miedo, inquietud, tensión, preocupación, Etc.
El miedo y la ansiedad es parte de la vida. Puede sentirse ansioso antes de presentar una prueba o al caminar por una calle oscura. Este tipo de ansiedad es útil – puede permitirle estar más alerta o ser más cuidadoso. Suele terminar poco tiempo después de que salga de la situación que la provocó. Pero, para miles de personas en el Paraguay, la ansiedad no desaparece y empeora con el tiempo. Pueden sentir dolores en el pecho y tener pesadillas. Hasta pueden tener miedo de salir de sus casas. Estas personas tienen trastornos de ansiedad.
Tipos de ansiedad
Por tanto la ansiedad puede ser una reacción sana cuando nos ayuda eficazmente a enfrentarnos a una amenaza real; pero puede no ser tan sana en otras muchas ocasiones.
- Ansiedad sana: La asociada a miedos que nos preservan la vida. Podemos haberlos aprendido por observación o por propia experiencia; pero también nacemos con muchos otros que heredamos a través de la evolución de la especie, como los, miedos de ancestrales o miedos de desarrollo (oscuridad, separación, terrores nocturnos, etc.
- Ansiedad patológica: La que no es eficaz, la que nos afecta a la vida haciéndonos infelices, como las fobias (fobias sociales, agorafobia), obsesiones, manías. Puede tratarse de una ansiedad ligada a una situación o un estímulo concreto o puede ser generalizada.
Donde empieza lo patológico a veces es difícil de determinarlo: ejemplo, miedo a la muerte vs. hipocondría.
Entendiendo los trastornos de ansiedad
La ansiedad es la respuesta natural del cuerpo ante el peligro, es como una alarma automática que se activa cuando uno se siente amenazado, bajo presión, o se enfrenta a una situación estresante.
En forma moderada, la ansiedad no es siempre una mala cosa. De hecho, la ansiedad puede ayudar a mantenernos en alerta y concentrado, nos ayuda a la acción y nos motiva para resolver problemas.
Pero cuando la ansiedad es constante o abrumador, cuando interfiere con sus relaciones y actividades, deja de ser funcional, ahí es cuando se ha cruzado la línea de la ansiedad normal y productiva al territorio de los trastornos de ansiedad.
Signos y síntomas de los trastornos de ansiedad
Debido a que los trastornos de ansiedad son un grupo de condiciones relacionadas en lugar de un único trastorno, pueden aparecer en forma muy diferente de una persona a otra.
Una persona puede sufrir de ataques de ansiedad intensos que golpean sin avisar, mientras que otro está en pánico ante la idea de mezclarse en una fiesta. Otra persona podría tener problemas con el miedo intenso a manejar, o tener pensamientos intrusivos incontrolables. Sin embargo, otra persona puede vivir en un estado constante de tensión y sentirse preocupado de cualquier cosa.
A pesar de sus diferentes formas, todos los trastornos de ansiedad comparten un síntoma principal: el miedo persistente, grave o se preocupan en situaciones en las que la mayoría de la gente no se sienten amenazados
Síntomas emocionales de la ansiedad
Además de los síntomas principales de miedo y preocupación irracional y excesiva, otros síntomas emocionales comunes de la ansiedad incluyen:
- Sentimientos de aprensión o miedo
- Dificultad para concentrarse
- Sentirse tenso y nervioso
- Anticipación de lo peor
- Irritabilidad
- Inquietud
- Observación constante de señales de peligro
- Sentir que la mente se ha ido en blanco
Síntomas físicos de la ansiedad
La ansiedad es algo más que un sentimiento. Como producto de la respuesta de lucha o huida del cuerpo, la ansiedad implica una amplia gama de síntomas físicos. Debido a los numerosos síntomas físicos, víctimas de la ansiedad a menudo confunden su trastorno con una enfermedad médica. Pueden visitar muchos médicos y hacer numerosos viajes al hospital antes de que se descubra su trastorno de ansiedad.
Los síntomas físicos comunes de la ansiedad incluyen :
- Palpitaciones del corazón
- Transpiración
- Malestar estomacal o mareos
- Micción frecuente o diarrea
- Dificultad para respirar
- Temblores y tics
- Tension muscular
- Dolores de cabeza
- Fatiga
- Insomnio